Pero, ¿cómo la pérdida de KEAP1 promueve la resistencia a nivel molecular? La secuenciación del ARN reveló una regulación al alza de los genes diana de NRF2 y, curiosamente, un cambio más amplio hacia la reprogramación metabólica. Vías como la glucólisis, la respuesta a la hipoxia y el metabolismo del glutatión fueron reguladas al alza, compatibles con defensas antioxidantes mejoradas y un uso alterado de nutrientes.
Para investigar más a fondo el ángulo metabólico, el equipo utilizó espectrometría de masas y descubrió que los tumores con deficiencia de KEAP1 tenían niveles más bajos de glutamato, lo que sugiere que estos tumores podrían depender del metabolismo de la glutamina. Para comprobarlo, trataron tumores con telaglenastat (CB-839), un inhibidor de la glutaminasa. Sorprendentemente, este tratamiento provocó la regresión de tumores con deficiencia de KEAP1, mientras que aquellos con KEAP1 intacto no se vieron afectados.
Al reflexionar sobre este hallazgo, Brumage señaló: “Lo más emocionante e impactante de esta publicación fue identificar la inhibición de la glutaminasa como una vulnerabilidad terapéutica en el CPCP con mutación KEAP1, junto con los datos de los colaboradores de Genentech que muestran que la vía KEAP1-NFE2L2 está mutada en un subconjunto de pacientes reales con esta enfermedad”.
En efecto, la fase final del estudio enfatiza la importancia de la colaboración clínica. Con el fin de evaluar la relevancia de sus hallazgos en pacientes, el equipo aunó esfuerzos con Genentech y recurrió a datos del ensayo IMpower133, un estudio clínico histórico que añadió el inhibidor de punto de control inmunitario atezolizumab a la quimioterapia con platino-etopósido. Al analizar los datos de expresión génica de los participantes del ensayo, Brumage y sus colegas descubrieron que un subconjunto de pacientes presentaba una alta expresión distintiva de 11 genes KEAP1/NRF2, lo que sugiere la activación de esta vía en tumores reales. De manera importante, los pacientes con puntuaciones distintivas elevadas tuvieron peores resultados clínicos, lo que refuerza el papel de la pérdida de KEAP1 en la resistencia a la quimioterapia.
De este modo, Brumage concluyó, “En conjunto, estos hallazgos demuestran la relevancia clínica de nuestro trabajo y señalan una nueva forma de abordar este subconjunto de CPCP.”